Nuestro fundador, Milo, viajó por todo el mundo en busca de estilos de vida felices y plenos, ¡y luego descubrió la cultura de la salsa cubana! “Noté que muchas personas (neerlandesas) se sienten inseguras al bailar, mientras que en otras culturas, como en Cuba, es más aceptado. Experimenté cómo la salsa enciende la pasión individual y colectiva, mientras que la familia y la amistad se celebran bailando juntos.”

Comenzó a compartir su pasión por la salsa con amigos. Pronto se convirtió en amigos de amigos, y ahora casi todos conocen a alguien que puede bailar salsa. Su misión se convirtió en transformar el tejido social de Ámsterdam y más allá. Impulsado a inspirar la conexión a través del baile, cree que puede darle a las personas la vida vibrante y alegre que merecen.

“Trabajamos continuamente hacia un modelo de negocio más impactante.”“Como emprendedor social, miro más allá del placer del baile. Prefiero empoderar a los estudiantes para que compartan su pasión, ¡incluso para comenzar a enseñar! Incorporamos técnicas modernas de aprendizaje y desarrollo y psicología social. Muchos estudiantes se han convertido en profesores y varias personas ya han abierto sus propios estudios de baile. ¡Queremos estimular el crecimiento personal y el desarrollo profesional, ya que nos encanta ir más allá de lo que la gente espera cuando se inscribe en clases de salsa!”

Me siento agradecido por todas las personas que ya han encontrado alegría, propósito y comunidad en STG, y deseo que muchos otros tengan una experiencia valiosa al unirse a nuestra Academia.